El cannabis medicinal en dermatología: ¿es realmente efectivo contra afecciones de la piel?
El potencial terapéutico de los derivados cannabinoides está ampliamente explorado en el tratamiento del dolor crónico y las enfermedades neurodegenerativas. Por el contrario, los estudios del cannabis en la práctica dermatológica son aún incipientes. Sin embargo, se han demostrado los atributos de la planta como componente antiinflamatorio asociado a la fibrosis cutánea, a la cicatrización de heridas y a la lucha contra el acné, convirtiéndose en una sustancia a considerar para el tratamiento de la psoriasis y la dermatitis atópica.
Esto se explica por la abundante presencia de sustancias y receptores endocannabinoides en el sistema tegumentario. Según señalan los expertos de la Maestría Atención Farmacéutica en Dermatología en la Farmacia Comunitaria el cannabis sería el más adecuado para abordar determinadas patologías por los efectos que puede llegar a producir en el cuerpo.

Evidencias y aplicaciones del cannabis en dermatología
Numerosos estudios científicos demuestran las propiedades antiinflamatorias, antioxidantes e incluso antineoplásicas de los derivados cannabinoides en patologías cutáneas. Un ejemplo de ello es el experimento que muestra que la activación de los receptores CB1 y CB2 por el cannabidiol (CBD) dio lugar a la inhibición del crecimiento, la proliferación y la metástasis del melanoma en especímenes de ratón.
El potencial antitumoral de los cannabinoides también es discutible, más específicamente en relación con el componente inflamatorio del cáncer de piel. Lo anterior se sustenta gracias a estudios in vitro e in vivo que emplearon fitocannabinoides o cannabinoides sintéticos, señalando estas sustancias como elegibles para el uso tópico en el tratamiento de enfermedades inflamatorias de la piel.
Igualmente, se han presentado estudios relacionados directamente con la fibrosis tegumentaria y los procesos de curación de heridas. Los resultados mostraron que la inactivación del receptor CB1 y la activación del receptor CB2 generaron efectos antifibróticos en modelos experimentales celulares y en modelos animales de fibrosis cutánea. Además, la activación del receptor CB2 también fue capaz de promover la reepitelización del tejido tegumental.
Existen otros estudios in vitro y en animales que aportan información sobre los posibles mecanismos de modulación del Sistema Endocannabinoide en la lucha contra la inflamación de la piel. Por ejemplo, una investigación demostró que el CBD es capaz de inhibir los mediadores de la inflamación implicados en la cicatrización de heridas y en los procesos inflamatorios dermatológicos.
Muchos estudios también sugieren el potencial terapéutico del Cannabis para combatir el prurito, relacionando el uso de cannabinoides con la reducción del prurito en varias enfermedades dermatológicas: la dermatitis atópica, la psoriasis, el eczema asteatósico y la dermatitis de contacto alérgica.
Además, ya hay pruebas de la eficacia de los cannabinoides en el tratamiento del acné. Un estudio comparativo investigó la eficacia y seguridad de la crema de extracto de semillas de cannabis para combatir el sebo y el eritema de la piel en la región malar de los seres humanos. Se indicó a los voluntarios que se aplicaran el extracto de cannabis junto con la medicación convencional en una mejilla durante 12 semanas. En la otra, utilizaron sólo la medicación convencional.
Los resultados
mostraron que el sebo y el eritema de la piel disminuyeron significativamente
en el lado en el que se utilizó el extracto de semillas de cannabis, en
comparación con la parte tratada sólo con la medicación convencional. Además,
no se produjeron acontecimientos adversos relacionados con el uso del extracto
de cannabis, lo que sugiere un perfil de seguridad satisfactorio para el
producto.
Prácticas de prescripción de cannabis en dermatología
Una investigación realizada sobre 145 dermatólogos evaluó las prácticas de prescripción de cannabis en dermatología mediante un cuestionario de 24 preguntas. Del total de encuestados:
El 91% apoya el uso médico del Cannabis y el 13,8% lo recomienda para una afección dermatológica, siendo las aplicaciones más frecuentes para dermatitis atópica (45%) y psoriasis (40%). La vía de administración más común fue la tópica (75%). En cuanto a las razones para no recomendar el uso del cannabis medicinal se señalaron como factores limitantes los siguientes el conocimiento limitado (56%) y la falta de experiencia en la prescripción (48%).
Esto es otro indicio de que la formación médica cualificada en este campo es esencial para garantizar un conocimiento técnico adecuado y para incorporar este amplio arsenal terapéutico de forma segura y asertiva. Aunque el pequeño tamaño de la muestra no permite generalizar los resultados, la relación entre el cannabis medicinal y la dermatología sigue siendo prometedora, especialmente en lo que respecta a las afecciones inflamatorias de la piel, como la psoriasis y la dermatitis atópica.
Conclusión
El sistema endocannabinoide tiene el poder de regular un sinfín de procesos biológicos, uniéndose a los receptores del cannabis para favorecer toda una serie de factores en el cuerpo, desde el envío de señales de dolor y picor hasta la regulación de la inflamación e incluso el modo en que las células se fabrican a sí mismas.
El futuro es muy prometedor para el cannabis en casi todas las disciplinas de la medicina. Por ello, es importante que los dermatólogos se familiaricen con estas aplicaciones del cannabis, ya que veremos cada vez más presentaciones de las mismas en la farmacia dermatológica.